viernes, 1 de julio de 2011

RESACA

Salió de su bañera atravesando los cristales, tras ellos los peces naranjas abandonados se convirtieron en pelo y ella con sus manos terminó de escurrir el líquido que le quedaba. Había sido un largo viaje a través de las gargantas de la noche y Jonás que no aparece...

La vuelta siempre es seca, deshidratada, los azulejos las orillas al fin desiertas del baño. Se miró en el espejo, terminó de escurrirse el mezcal, la marea retrocedida siempre deja la roca desnuda y vulnerable, sacudió las escamas que le quedaban en los ojos. Nada de sal, no responde al otro nombre de más allá del espejo. Dónde habitan las ballenas será juzgada por homicidio. Lo único realmente molesto ahora, es un espina clavada en el esófago.

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